Podría ser posible traducir una obra de arte de un sentido a otro, de una experiencia auditiva a una háptica, como forma de hacerla accesible a públicos sensorialmente diversos? ¿Podríamos activar el interior de la arquitectura de un espacio de exposición para que se convierta en la herramienta de traducción sensorial? Un consorcio de tres equipos de artistas, diseñadores, ingenieros, compositores, teóricos y un arquitecto están trabajando desde Ámsterdam, Boston, Toronto y Londres (Ontario, Canadá), para crear prototipos tecnológicos para la creación de una cápsula de exposición experimental. Cada uno contribuye desde sus propios intereses y conocimientos individuales, que van desde la interacción con el ordenador hasta la cerámica y desde las instalaciones artísticas hasta la acústica de la construcción. El objetivo final es una investigación especulativa sobre si la traducción entre los sentidos podría ser una forma de hacer accesibles las experiencias estéticas a los visitantes con deficiencias auditivas y visuales.

En este trabajo nos centraremos, en primer lugar, en el proceso de trabajo conjunto de cerca y de lejos, proceso durante el cual se exploran diversas posibilidades de activar elementos del espacio expositivo: azulejos, paredes, aire, cerámica, cuerdas, textiles. En segundo lugar, nos centraremos en la relación entre las herramientas de diseño y los elementos arquitectónicos: la primera fase se centra en el desarrollo de tecnologías como herramientas de traducción sensorial que se incorporarán a la infraestructura arquitectónica de una exposición “cápsula”. Una vez que algunas partes de la arquitectura se “activen”, la propia arquitectura se convertirá en una herramienta de traducción sensorial, ya sea de obras de arte existentes o nuevas.